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La Higiene

La higiene completa de un perro implica hábitos rutinarios de aseo: el baño, el cepillado y atender a la limpieza de los dientes o de los oídos son partes fundamentales del aseo de un perro, que aseguran su salud y la de las personas con las que convive. En casa conviene incorporar la limpieza del perro como una parte más de la rutina de aseo del resto de familia. Para lograrlo, bastan unos sencillos consejos.

Consejos:


El cepillado diario del perro conserva sana y libre de suciedad la piel y el pelaje de nuestra mascota.

Un perro de ciudad puede necesitar un baño al mes (si tiene el pelo largo) o uno cada dos o tres meses (si es de pelaje corto).

Una higiene dental adecuada, realizada dos veces a la semana, previene el mal aliento en el perro mientras que evita posibles infecciones.

Una limpieza de ojos adecuada incluye eliminar las lagañas con ayuda de una gasa humedecida en suero fisiológico.

Los oídos del perro son una zona muy sensible: existen productos de limpieza que ayudan a eliminar la cera.

Un perro de orejas largas suele necesitar una limpieza de oídos a la semana, mientras que a otro de orejas cortas puede bastarle con dos al mes.

Ante cualquier duda o problema que pueda surgir, una pronta visita al veterinario es lo más recomendable.

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